Hasta los cojonopoulos

Bueno, pues los helenos han decidido que no quieren achucharse para devolver lo que deben, es decir, yo no pago el préstamo que pedí pero que no me quiten la casa, y no pienso dejar de ir a cenar de restaurante los viernes ni al spa los domingos, no vaya a ser que se me atrofien los chiquillos si les bajo el tren de vida. 
Y van los gilipollas del fmi y algún que otro fitiplautas europeo y dicen que vale, que no se preocupen, que no hace falta que dejen de comer jamón, que ya nos lo quitamos los demás de la cesta de la compra pero que no le falte a los nopagopoulos de turno. 
Y tenemos aquí a los hijos de la gran puta de podemos aplaudiendo la jugada, y esperandos su turno para empezar a chupar del bote. 
Estoy hasta los fogones de pagar la deuda de los demás. Llamadme insolidario si queréis, pero cuando uno ve que el vecino, el de enfrente y el de más para allá, en la época de bonanza se gastaban lo que tenían y lo que no tenían a costa del dinero que, sí o sí, les prestaba el banco. Cuando los veías pasar luciendo su nuevo coche (y no pequeñito, ojo) y encerrarlo en su garaje de puerta motorizada, o irse a cenar al restaurante de mariscada. 
Cuando los veías gastarse lo que tenían y lo que no tenían haciendo gala de tener menos cabeza que un alfiler. 
Cuando veías eso y ahora ves al albañil o al griego de turno quejarse de que no tiene dinero, que le quitan la casa y que donde va él a vivir o que no les sale de los cojonakis bajarse las pensiones o hacer algo productivo en vez de vivir de papá estado (ese ente amorfo y adaptable que creen que da para todo), y cuando ves encima a los pijirojos podemollas prometiendo el oro y el moro y la gente antes mencionada creyendo lo que dicen pensando que siempre habrá algún tontolculo dispuesto a poner la pasta a cambio de nada.
Cuando ves todo eso, te dan ganas de dimitir de español, de dimitir de europeo y de dimitir casi que de humano también. 
Me da ganas de ver si aún queda por ahí alguna isla desierta en la que perderme, porque al ritmo que vamos seguro que tendré más comodidad, prestaciones y seguridad allí que lo que nos espera aquí como lleguen al poder estos hijos de chavez. 
Votad, ciegos míos,  votad a estos nietos de Lenin que ya os enteráis.